martes, 11 de noviembre de 2008

Transformaciones y desafíos de la educación

Mi experiencia personal.

Siempre me sentí cautivada por la tecnología y agradecí a Dios haber nacido en el siglo XX para vivir los grandes cambios que se han producido en nuestra vida cotidiana y profesional.
Comencé a estudiar sistemas a principios de los 80,momento en el que muy poca gente sabía de qué se hablaba y qué era una computadora, y sobre todo, en el que nadie imaginaba el alcance que esto tendría.
A pesar de este primer encuentro con la informática, el primer gran cambio que produjeros las innovaciones tecnológicas en mi vida privada, y creo que también en el común de la gente es el teléfono celular.
Evidentemente estos cambios tienen sus ventajas y sus desventajas. Estar comunicados a todo momento y en cualquier lugar significa libertad. En la vida privada, y sobre todo en momentos donde existen graves problemas de inseguridad, poder contactar a los familiares, poder recurrir a alguien para pedir ayuda como por ejemplo el servicio técnico del auto, es una herramienta imprescindible. También es libertad por el hecho de que se puede trabajar en desplazamiento.
La gran desventaja es la pérdida de espacios propios. El ser “ubicable” siempre conlleva la pérdida de espacios privados, como momentos de estudio, un café con una amiga, etc., ya que el celular puede irrumpir e iterrumpir a cada instante.
Creo que el celular es la innovación tecnológica de mayor impacto en la sociedad. Basta con mirar a nuestro alrededor… quién no tiene un celular? Aquí se puede hablar de diferencias de generaciones, tal vez el porcentaje de utilizadores de telefonía celular de mayores de 60 años es bajo, pero en lo que respecta a las generaciones siguientes, el porcentaje de usuarios supera el 90%.

Internet el gran cambio
Internet produjo un gran cambio en mi vida personal y profesional. Habiendo estudiado sistemas, no tardé en tener acceso Internet en mi casa. Fue un despertar a un nuevo mundo, me permitió poco a poco conocer otros mundos, gente y culturas. Un paraíso de información. Fue difícil no caer en la tentación de vivir conectada y perder la noción de mi vida real. Podría haber pasado 24 horas diarias conectada. Luego fue difícil lograr que mis hijas, adolescentes en ese momento, logren crear buenos hábitos frente a esta herramienta. Tratar de guardar los hábitos anteriores de la charla telefónica con amigos, o el encuentro y no generar una relación-chat. Que Internet no sea el medio de comunicación prioritario para que sea una herramienta de la cual servirse, no depender de ella. Por qué esta lucha? Porque el hecho de estar “conectado” no significa estar “comunicado”. He intentado demostrarles que tecnología facilita el acceso a la información, pero está en los adultos el crear hábito de servirse de esta herramienta para informarse. Si no se logra esto, la tecnología se reduce a bajar música, reemplazar una charla con amigos por chats multitudinarios donde nada se comunica aunque todos hablen.

Hoy se que dependo de Internet, rechazo la idea de imaginame con la guía telefónica en mis brazos buscando un número telefónico, o con la guía T intentando descubrir cómo desplazarme de un lugar de la ciudad a otro, ya no voy al banco, y ahorro tiempo haciendo infinidad de trámites. Es verdad, me simplificó la vida.

En lo profesional, sinceramente puedo hablar de una revolución. Soy profesora de francés. Antes de Internet, acceder a documentos auténticos era una misión imposible, solo unos pocos diarios a precios exorbitantes y algunas películas. Hoy los profesores tenemos la posibilidad de acceder a videos, publicidades, audios, diarios gratuitos; que nos permiten no sólo utilizarlos para llevar a los alumnos “un poco de Francia” a las clases, sino estar nosotros mismos expuestos a la lengua francesa.

Si embargo, insisto, no creo que sea una herramienta de uso masivo. Esto es un problema que se da en todos los países, pero sobre todo en los del tercer mundo. Hablamos de la revolución de Internet, aprendemos, avanzamos con ella y también la nutrimos. Sin embargo hay mucha gente que se queda “afuera”, que queda excluída, mucho más de lo que estaba antes. Pons habla justamente de la “brecha digital”


Creo que los docentes y la sociedad nos enfrentamos a varios desafíos:

1. Que las nuevas tecnologías lleguen a los alumnos. No está en nuestras manos lograr que toda la sociedad tenga acceso a éstas innovaciones, a la información y posibilidades que nos brindan, ya que como explica Castells, todo el impulso de la llamada revolución tecnológica tiene su base en motivos económicos, y la velocidad de la difusión de la tecnología es selectiva, no llega a todos los paises de la misma forma, y es, además, una decisión política de cada país. Si no hay voluntad política de “igual educación para todos” difícilmente se logrará la idea primera de Wiener “la computadora para el pueblo”. Pero sí está en nuestras manos acercar estas innovaciones a los alumnos. Muchas veces nos encontramos frente a situaciones ilógicas pero bien orquestadas: escuelas donde hay 4 computadoras para todo el alumnado, escuelas donde hay muchas máquinas pero sin instalar ya que las instalaciones eléctricas no soportarían la sobrecarga, y otras situaciones ilógicas. Pero también hay casos en los que habiendo computadoras suficientes para los alumnos, no son utilizadas por decisión o “indecisión” de los docentes. ¿Por qué se produce esta situación? Tengo la teoría de que los docentes están “cargados de horas presenciales”. Tienen realmente tiempo para ponerse a explorar, para comprender de qué se trata? Para crear contenidos, sumergirse las distintas herramientas que nos brinda la web 2.0? Todo esto lleva tiempo, pero sobre todo la conducción de un experto que sepa adentrarlo en el tema.

2. Hacer de los avances tecnológicos elementos con significación. Castells prensenta en su texto la idea de Masuda “la computopía” como algo ideal por lo que creo tenemos que luchar los docentes, el crear conciencia de la importancia de las herramientas que poseemos hoy, el orientar a los alumnos en su utilización, pero itentando, sobre todo, generar ansias de saber, de investigar, de crear pensamiento lógico y crítico que les permita entender y descifrar la información y servirse de ella. Trabajar desde las distintas materias para que la tecnología sea un eje transversal que permita desarrollar al máximo todas las áreas del conocimiento en un trabajo interdisciplinario.

Por mi parte, no trabajo en escuelas medias, sino en institutos de formación de idiomas. Yo soy “la informática” del grupo. Veo muy reticentes a los profesores a instruirse en el tema, pero sobre todo, las instituciones no se preocupan en formarlos para que de manera autónoma puedan crear materiales. Sinceramente desconozco el motivo. Hoy formo parte del cuerpo directivo de la institución y una de mis metas es la de descubrir por qué no se forma a los profesores de manera práctica, no se les da herramientas concretas. Sé que me encontraré con el problema antes planteado que me presentarán los docentes “En qué momento querés que me ponga a aprender esto y además hacer actividades para mis alumnnos si trabajo hasta la noche”?

El cambio está en cada uno de nosotros, pero la coyuntura no ayuda. Para todo esto los docentes debemos formarnos, y tener nosotros mismos ansias de saber, de adaptar los conocimientos, de alentar a los alumnos. Por parte de las instituciones y por qué no del gobierno, se trata de tomar la decisión y dar las armas a los docentes y las posibilidades de llevarlo a cabo.

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